Ven a adentrarte en las profundidades donde descubriras nuevas formaciones, estalactitas, estalacmitas y numerosasas aventuras debajo de la tierra.
Duración: 2:30 aproximadamente.
Ven a adentrarte en las profundidades donde descubriras nuevas formaciones, estalactitas, estalacmitas y numerosasas aventuras debajo de la tierra.
Duración: 4:00 horas apoximadamente.
¿Qué mosquetones? Mosquetones de Zicral®, asimétricos sin seguro.
Es muy importante que sean de leva recta, ya que los de leva curva
representan un serio peligro de salirse de la cuerda en pasamanos tensos
o rígidos –como una cuerda muy embarrada o congelada–. También
es muy recomendable que sean tipo Key-Lock®7 –«antienganche
»– y que tengan la cabeza plana, lo que nos permitirá sacar el
mosquetón de anclajes apretados, por ejemplo si tenemos necesidad
de anclarnos al nudo de un fraccionamiento en tensión. Para evitar el
molesto volteo del mosquetón en el nudo del cabo, lo fijaremos con
una fina tira recortada de una cámara de neumático, dándole unas
cuantas vueltas y haciéndole un nudo. Para usos muy específicos,
como en operaciones de rescate, se puede plantear el uso de un mosquetón
HMS con seguro en el cabo largo, que nos permitirá trabajar
asegurados en entornos con mucho trasiego de gente.
• ¿Qué longitud debe tener el cabo largo? La suficiente para que,
colgados de la cuerda, podamos subir el bloqueador de mano lo más
posible. Ni más corto, ya que limitaría nuestros movimientos, ni más
largo, ya que llevaríamos una longitud de cuerda sobrante inútil, y
podría plantearnos problemas a la hora de pasar un pasamanos y
quedarnos colgados del cabo.
• ¿Y el corto? En general, la longitud recomendada es aquella en la
que, poniendo el codo en el maillon central y colocando la palma de
la mano extendida hacia arriba, el extremo superior del mosquetón
quede a la altura de la punta del dedo medio.
• ¿Y qué hay de las «opciones de fantasía»? Muchos espeleólogos
rechazan lo sencillo. Les parece demasiado fácil hacer un nudo simple
en un cabo de cuerda. Algunos recurren a placas de frenado, con la
esperanza de regular la longitud de la cuerda de los cabos y de tener
un frenado más dinámico en caso de caída. El problema es que la cuerda
se embarra, se hincha con el uso, y termina por no correr por la placa
que, además, estorba a los demás aparatos. Otros llevan –por increíble
que parezca– un pequeño bloqueador, tipo Wild Country Ropeman,
un verdadero suicidio si tenemos una caída sobre el cabo de anclaje. Y
todavía hay algunos que les ponen guardacabos de plástico, cuando no
metálicos –que pueden dañar la cuerda si tienen aristas vivas–, juzgando
que el diámetro del mosquetón es tan reducido que puede cortar la
cuerda, lo que no deja de ser algo absurdo.
• ¿Cada cuánto se cambian los cabos? Sería deseable cambiar los
cabos cada año o, si los hemos usado intensivamente, después de
cada expedición.
• ¿Y qué hay de la normativa? No existe una normativa específica
para los cabos de anclaje de espeleología. A los mosquetones, es de
aplicación la EN 12275, referente a conectores.
Modelos que cumplen estas características
• La firma Korda’s ofrece una opción excelente: bolsas individuales
con tres metros de cuerda dinámica Merce 9 mm, que cumple la norma
EN 892, lo que supone la homologación para su uso en aseguramiento
dinámico.
• Mosquetones muy adecuados son el Petzl Spirit Droit [46 g y resistencias
de 23 kN –longitudinal– / 10 kN -transversal- / 9,5 kN -gatillo
abierto-] y el Faders Kyros 480 [54 g y resistencias de 27 kN / 7
kN / 8 Kn], ambos en su versión con leva recta