La finalidad socioeconómica, que no ha sido suficientemente estudiada porque,
tradicionalmente, se la consideraba incompatible con los demás objetivos, contempla el
aprovechamiento de los recursos encaminado a la obtención de una producción sostenida
para el desarrollo de las poblaciones afectadas por la declaración del espacio natural. Este
aprovechamiento debe realizarse dentro de una política de respeto con el medio ambiente,
esto es, sin merma de los recursos y de los ecosistemas que lo sustentan. En este sentido,
los Espacios Naturales Protegidos pueden manifestarse como factores dinamizadores de
nuevas formas de desarrollo en las localidades del entorno de estos espacios. Este desarrollo
ha de ser respetuoso con el medio ambiente y los valores naturales que en él existen,
promoviendo un uso ordenado, armónico y compatible de los mismos. Ello supondrá un
equilibrio estable entre el desarrollo de las comunidades del entorno y las actividades
propias de la conservación del espacio. Estas apreciaciones supusieron un cambio cualitativo
en el tratamiento de los ENP, pues el desarrollo socioeconómico, lejos de ser una amenaza
para la conservación del Espacio Natural puede ser compatible con todas la demás
finalidades, e incluso ser considerado como un elemento imprescindible para garantizar el
futuro de los ENP.
Se resumen, a continuación, las características de un Espacio Natural Protegido.