El área que rodea la ciudad de Petra ofrece una impresionante
variedad de paisajes. Los cañones son un laberinto de rocas
esculpidas por el viento, pequeñas y serpenteantes rutas y
valles aislados, donde el único sonido que podrá escuchar es
el de los cencerros de las cabras o las notas de la flauta de los
pastores. En realidad, es el terreno ideal de un aventurero.
Resulta un lugar estupendo para caminar, hacer senderismo,
dar un paseo a caballo, hacer escalada o montar en bicicleta
de montaña. Aunque algunas de las actividades no están
permitidas en esta ubicación concreta, hay un sinfín de
lugares estupendos en esta área. Si ya ha explorado todo lo
que hay para ver en Petra y aún tiene energía suficiente para
más, diríjase a la Pequeña Petra