Los acontecimientos marcados por la Cumbre de Río de Janeiro de 1992 y
sus consecuencias (V Programa europeo de Medio Ambiente, IV Congreso Mundial
de Parques y Espacios protegidos, Directiva 92/43/CEE sobre la Red Natura 2000)
conformaron un nuevo Marco conceptual a tener presente en el tratamiento de los
ENP.
Los principios inspiradores que regían los primeros espacios declarados
configuraron un espíritu, que se podría denominar de Yellowstone en honor al
primer Parque Nacional del mundo, dieron paso a un nuevo espíritu, el de Río de
Janeiro. En la Tabla 3 se indica de forma ilustrativa el contraste de ambas
concepciones.